Poderosa, Radiante, Milagrosa y Victoriosa Madre eternamente Virgen María,
te invocamos fervorosamente en este instante, aquí y ahora en este momento
para que hagas el favor más noble, el prodigio de prodigios y realices el
más grande de tus milagros. Hacer a Venezuela libre. Toma en tus manos todo
su territorio, su gobierno, sus militares, su gente y libéralo de toda
fuerza siniestra y destructiva, y no permitas que corra sangre venezolana
por nuestras calles.
Amada madre mía, detén el mal y disuélvelo, e instaura aquí el Reino de
Dios, de la luz y su justicia. En nombre de Dios, convoco las Fuerzas milagrosas de las miles de advocaciones de la Virgen María que existen en cada uno de los países del mundo entero, para que con su poder se
introduzcan dentro del territorio venezolano y expulsen de aquí toda
división, criminalidad, estancamiento, caos, delincuencia y a cambio
traigan paz, unidad, justicia, armonía, respeto a la vida, orden, libertad
y prosperidad. Haced de cada uno de nosotros un apóstol del bien, un
servidor responsable y comprometido con la patria para que ésta sea la
última vez que las fuerzas del mal, la injusticia, la miseria y el atraso
quieran invadir nuestra amada tierra. Amada madre mía, envuelve a toda
Venezuela,
a mi familia, a mis vecinos, y a mi ciudad con la protección de la pureza
y el concepto inmaculado de tu radiante presencia y envía un manto de rosas
blancas al corazón de cada venezolano para que solamente sientan amor,
porque tú eres quien va a poner fin a esta crisis que por Ley Divina no nos
pertenece.
Esta oración anda circulando por todos lados. Toma solo dos minutos rezarla y vale la pena incorporarse a esta cadena de oración. Por boca de María Santísima sabemos que no hay mayor poder que la oración, pidiendo su intercesión ante su Altísimo Hijo, para detener el aterrador avance del Maligno que pretende enseñorearse para siempre en nuestra amada Venezuela.
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