SER FRAGANCIA DE CRISTO EN EL MUNDO


"FRAGANCIAS DE CRISTO"

SER FRAGANCIAS DE CRISTO ES ESPARCIR SU FRAGANCIAS DONDE ESTÉS
EN EL LUGAR QUE TE ENCUENTRES CASA,TRABAJO, IGLESIA ,COLEGIO ,EN FACE,
EN TU RED SOCIAL FAVORITA DANDO
TESTIMONIO DE SU PRESENCIA EN TI
¿QUIERES SER TU FRAGANCIAS DE CRISTO?

A TODOS LOS QUE NOS DEJAN ENTRAR EN SU CORAZON
MUCHA PAZ Y AMOR .GRACIAS A LOS AMIGOS POR ESTAR SIEMPRE AHI DISPUESTOS A DAR,
QUE LA PAZ Y EL AMOR DE JESUS NOS SIGA HERMANANDO Y DERRAMANDO BENDICIONES A TODOS







Esperamos ser de Bendicion a tu vida, asi como tu lo seas a nuestras vidas. Te deseamos Un Lindo Dia


sagrado corazon de jesus

lunes, 12 de julio de 2010

Ejemplos de la protección del Escapulario



Protección en accidentes automovilísticos 
Ejemplo 27. 
Cuenta el Padre Arias de la Inmaculada: “Conocí mucho a un matrimonio amigo, cofrades del Carmen. En cierta ocasión, tuvieron que hacer un viaje a través de grandes montañas. Antes de viajar, el matrimonio fue al Carmen e pedirle protección a la Virgen. Iban el matrimonio, la madre y un hijo que manejaba. En cierto lugar del recorrido, el auto se desbarrancó y fue despidiendo a las personas entre los peñascos. Al final el matrimonio resultó indemne y las otras dos personas, que no llevaban el Escapulario, aparecieron muertas”. 
Ejemplo 28. 
Una familia, cuyos miembros eran todos cofrades del Carmen, debía viajar de Buenos Aires a Córdoba. Antes de partir fueron al Carmen, a rogar a la Virgen les concediera un buen viaje. En el camino sufrieron un accidente; el auto quedó destrozado, pero todas las personas salieron incólumes. 
Ejemplo 29 
San Claudio de la Colombière narra el siguiente ejemplo: “Yo os citaré el hecho memorable de un soldado, que habiéndose abierto la cabeza de un balazo y cubierto su cuerpo de mortales heridas, decía a sus enemigos: ‘En vano me herís, soy hijo de María y el Escapulario que llevo impuesto es una señal infalible de que no moriré en vuestras manos; moriré, sí, pero moriré después de confesados mis pecados’. Y, en efecto, conservó la vida hasta que un sacerdote se apersonó allí providencialmente para absolverlo y prodigarle los últimos auxilios”.

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