SER FRAGANCIA DE CRISTO EN EL MUNDO


"FRAGANCIAS DE CRISTO"

SER FRAGANCIAS DE CRISTO ES ESPARCIR SU FRAGANCIAS DONDE ESTÉS
EN EL LUGAR QUE TE ENCUENTRES CASA,TRABAJO, IGLESIA ,COLEGIO ,EN FACE,
EN TU RED SOCIAL FAVORITA DANDO
TESTIMONIO DE SU PRESENCIA EN TI
¿QUIERES SER TU FRAGANCIAS DE CRISTO?

A TODOS LOS QUE NOS DEJAN ENTRAR EN SU CORAZON
MUCHA PAZ Y AMOR .GRACIAS A LOS AMIGOS POR ESTAR SIEMPRE AHI DISPUESTOS A DAR,
QUE LA PAZ Y EL AMOR DE JESUS NOS SIGA HERMANANDO Y DERRAMANDO BENDICIONES A TODOS







Esperamos ser de Bendicion a tu vida, asi como tu lo seas a nuestras vidas. Te deseamos Un Lindo Dia


sagrado corazon de jesus

lunes, 30 de mayo de 2011

Rosario o Corona al Sagrado Corazón de Jesús y letanías 2

Rosario o Corona al Sagrado Corazón de Jesús y letanías 2

 en el mes de junio comienza  te invitamos a haerlo en nuestra capilla









Se puede rezar a honor del Sagrado Corazón de Jesús una corona compuesta de cinco cuentas mayores y treinta y tres menores: éstas, en reverencia de los treinta y tres años que el Señor vivió en el mundo; aquéllas, en honra de las cinco llagas: y toda esta corona de piadosos afectos, en correspondencia de aquella de espinas penetrantes, con que vio coronado al Corazón Santísimo la Venerable Madre Margarita. Inicia con la siguiente oración:



Alma de Cristo, santifícame!.Corazón de Cristo, enciéndeme!, Cuerpo de Cristo, sálvame!,



Sangre de Cristo, embriágame! Agua del Costado de Cristo, lávame! Pasión de Cristo, confórtame! Oh! buen Jesús, óyeme! Dentro tus Llagas, escóndeme! No permitas que me separe de Ti! Del enemigo maligno, defiéndeme! En la hora de mi muerte, llámame! Y mándame que venga a Ti, para alabarte con tus Santos, por los siglos de los siglos. Amén.



Antes de cada cuenta mayor se dirá el afecto siguiente:

Dulcísimo Jesús! Haced mi corazón según el vuestro.



A cada cuenta de las mayores se dice:

Te adoramos Cristo afligido en el Huerto, despreciado todavía de los hombres ingratos en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Tu sólo Santo; tu sólo Señor, tu sólo Altísimo Jesús.



A las cuentas menores se dice:

Te adoramos Corazón sacratísimo de Jesús: enciende mi corazón con el divino fuego en que te abrasas. :



Al final :

Se reza el Padre nuestro y Ave María, con la oración siguiente:



ORACIÓN

Oh! Jesús, que con inefable milagro del amor de tu Corazón te dignaste darte todo en manjar a nosotros en el Sacramento del Altar, concede que todos los que detestamos y lloramos de todo corazón las injurias y sacrilegios cometidos por los mortales ingratos contra Ti en este sagrado misterio, seamos encendidos con los afectos del mismo sacrosanto Corazón, y ensalcemos la misericordia del mismo Divino Corazón con dignas alabanzas por toda la eternidad. Amén.



Otras oraciones y afectos piadosos al Corazón de Jesús



Corazón de Jesús, Templo dignísimo del Padre Eterno, Inflama mi corazón con el amor divino en que te abrasas.



Corazón de Jesús, asiento del Verbo Divino, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, morada del Espíritu Santo, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, Sagrario de la Santísima Trinidad, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la Divinidad, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, en quien están depositados los tesoros de la Sabiduría eterna, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, en quien se encierran las riquezas del amor increado, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, afligido por nosotros, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, injuriado con nuestras ingratitudes, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, herido con la lanza por nuestros pecados, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, fuente de toda consolación, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, refugio de los atribulados, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, amparo y defensa de los que te adoran, Inflama, etc.

Corazón de Jesús, delicia de todos los Santos, Inflama, etc.

Jesús manso y humilde de Corazón, haced mi corazón según el vuestro



ORACIÓN

Señor Jesucristo, que te dignaste descubrir las inefables riquezas de tu Corazón con nuevo beneficio de tu Iglesia; concede que podamos corresponder al amor de este Corazón sacratísimo, y compensar con dignos obsequios las injurias hechas por los hombres ingratos al mismo afligidísimo Corazón. Amén.



Estas son las fórmulas que pueden servir de ejemplar a los muchos y piadosos afectos en que pueden ejercitar las almas espirituales su devoción amante al divino Corazón, según él mismo las inspirare.



AFECTOS PARA EJERCITARSE EN EL SUAVÍSIMO CULTO DEL
DIVINO CORAZÓN DE JESÚS. 

Después de haber explicado en general los ejercicios, de que se compone este celestial culto y confirmándolos con las prácticas, que enseñaron personas tan ilustres en santidad y en la mística; para que mejor se comprendan, ha parecido poner aquí algunos afectos y oraciones al Corazón Sagrado y amabilísimo de Jesús, que sirvan de ejemplar a las que a cada uno inspirare su devoción.

Alabanza y adoración al Corazón de Jesús

Oh! Corazón Divino de Jesús, digno de la adoración de los hombres y de los ángeles! Oh! Corazón inefable y verdaderamente incomprensible, digno de ser adorado con infinitas alabanzas por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! Oh! Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundamente te adoro con todos los sentidos de mi pobre corazón, yo te alabo, yo te ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines, de toda tu corte celestial y todas las que te puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima.



Ejercicio de amor al Corazón de Jesús

Oh! Corazón amantísimo de Jesús! Corazón nobilísimo, generosísimo, liberalísimo, mansísimo, humildísimo, ardentísimo en el amor de los hombres! Oh! Corazón de mi Redentor, de mi Padre, de mi Esposo! Oh! Corazón, refugio de mi alma, víctima por mis pecados, descanso de las almas castas! Oh! Corazón amabilísimo, herido con la lanza por mi amor! Yo os amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas; y deseo continuar este amor todos los instantes de mi vida y que os amen con igual amor todos los hombres.



Invocación al Corazón de Jesús

Oh! Corazón poderosísimo, Señor de todos los corazones! Sujetad nuestros corazones a vuestro imperio; ejercitadle en las almas justas y obligad con vuestro poder a que os sirvan los corazones ingratos y rebeldes. Oh! Corazón, ejemplar perfectísimo de todos los corazones! Haced los nuestros semejantes a vos mismo en la humildad y en la mansedumbre, que quisísteis aprendiésemos de vos.



Dolor por las injurias cometidas contra el Corazón de Jesús

Oh! Corazón de Jesús amantísimo de los hombres, y al mismo tiempo sumamente ultrajado por el olvido de vuestro amor! Yo ingrato pecador, conmovido vehementemente con las injurias y ofensas que padecéis de nuestra ingratitud, especialmente en el Santísimo Sacramento de Amor, llego a vos, reconociéndome reo, y pidiendo perdón por mí y por todos los hombres. ¡Oh! Corazón dulcísimo, si yo pudiera borrar con mis lágrimas y sangre todos los sacrilegios y ofensas cometidas contra Vos!



Ofrecimiento de sí mismo y de todas sus cosas al Corazón de Jesús, de San Caludio de la Colombière

"Oh! Corazón de mi amantísimo Jesús! Corazón dignísimo de toda mi adoración y amor! Yo [N..] inflamado en el deseo de compensar y borrar tantas y tan graves injurias cometidas contra vos, y para huir cuanto está de mi parte el vicio de ingrato, os entrego y consagro del todo mi corazón con todos sus afectos, y a mí mismo con todo cuanto soy enteramente. Protesto que es mi deseo puro y sincero de olvidarme del todo desde esta hora y momento, de mí mismo y de todas mis cosas, para que, quitados todos los impedimentos, pueda entrar en vuestro Sacrosanto Corazón, que con singular misericordia me habéis abierto, y habitar en él vivo y muerto con vuestros fieles siervos.

Encendido, pues, todo en vuestro amor, ofrezco gustoso a este Divinísimo Corazón todo el mérito y satisfacción que puedo tener en los santos sacrificios de la Misa, oraciones, obras de penitencia, humildad, obediencia y de todas las demás virtudes que ejercitare por todo el tiempo de mi vida hasta el último aliento de ella. No sólo quiero hacer todo esto en alabanza y honra del Corazón de Jesús, sino que también le pido humilde e instantemente, se digne de admitir esta perfecta donación de todas mis cosas, que hago a este Santísimo Corazón: de suerte que pueda disponer de todas ellas a su arbitrio, aplicándolas a quien fuere servido, o destinándolas al fin que más le agradare. Y porque ya tengo cedida a las ánimas del Purgatorio toda la satisfacción que pueda tener en mis obras, deseo se les aplique, según el beneplácito del Corazón de Jesús.

Pero no debiendo impedir esta mi donación que yo pueda ofrecer las Misas y oraciones según lo pidieren algunas veces la obediencia y caridad, habiendo de valerme entonces de los bienes ajenos y que ya pertenecen al Corazón de Jesús, es mi intención que todas las obras de virtud que ejercitare entonces, queden dedicadas y consagradas al Corazón de Jesús, como bienes propios suyos.

¡Oh! Corazón Santísimo! Enseñadme, os ruego, el camino que debo tomar para que, olvidado enteramente de mí mismo, llegue a conseguir la pureza de vuestro amor, cuyo deseo me habéis infundido. Abrásome en vehementes deseos de agradaros; pero siento que de ningún modo podré llegar a conseguir lo que deseo sin aquel grande auxilio, que Vos solamente podéis darme.

Perfeccionad, pues, en mí, Oh! Corazón santísimo, todo lo que os es agradable y conforme a vuestra voluntad. Conozco ciertamente que yo repugno y resisto; pero, si no me engaño, no quisiera resistir: a Vos os toca dar y perfeccionarlo todo. A vos sólo, Oh! Corazón santísimo, se deberá toda la gloria de mi santidad, si mereciere finalmente el conseguirla: ni yo quiero aspirar en adelante a la misma santidad con otro fin, sino el de vuestra gloria y alabanza. Amén.


Este es el devotísimo ofrecimiento de San Caludio de la Colombière, digno de su elevado espíritu y propísimo para formar y encender amantes serafines al Sacratísimo Corazón de Jesús. Acaso le aprendió de su hija espiritual la Venerable Margarita, quien, a petición del mismo Jesús, hizo semejante entrega de sí misma y de sus cosas al Corazón Sagrado; mereciendo en recompensa, al entregársela escrita, que el mismo Señor la hiciese igual donación con auténtica escritura, firmada o rubricada con el sello real de su Sacrosanto Nombre, del tesoro inmenso de su sacratísimo Corazón y de las inestimables riquezas que en él se encierran.

Si alguna persona que aspirare a la perfección, quisiere hacer este feliz contrato con el Corazón deífico de Jesús, en virtud del cual el alma, renunciando la legítima de sus buenas obras en Jesús, queda mejorada en los bienes y riquezas de su divino Corazón, podrá para mayor muestra de la voluntad con que se ofrece, autenticarle con su firma, añadiendo también el año, mes y día, en que le hiciere; y esto sería bien fuese el día después de la Octava del Corpus o algún otro de los Viernes consagrados al Corazón Sagrado de Jesús, después de haberle recibido en la Sagrada Comunión; y, para mayor firmeza de su afecto, podrá renovarle todos los años el día de la fiesta principal del Corazón y en las mayores solemnidades de Cristo, Dios y Señor nuestro. Pero, para precaver escrúpulos, se advierte, que este piadoso ofrecimiento, de suyo ni es voto ni trae consigo obligación alguna de pecado mortal o venial, sino una noble y generosa demostración de la fineza de su amor al amante Corazón de Jesús.




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