SER FRAGANCIA DE CRISTO EN EL MUNDO


"FRAGANCIAS DE CRISTO"

SER FRAGANCIAS DE CRISTO ES ESPARCIR SU FRAGANCIAS DONDE ESTÉS
EN EL LUGAR QUE TE ENCUENTRES CASA,TRABAJO, IGLESIA ,COLEGIO ,EN FACE,
EN TU RED SOCIAL FAVORITA DANDO
TESTIMONIO DE SU PRESENCIA EN TI
¿QUIERES SER TU FRAGANCIAS DE CRISTO?

A TODOS LOS QUE NOS DEJAN ENTRAR EN SU CORAZON
MUCHA PAZ Y AMOR .GRACIAS A LOS AMIGOS POR ESTAR SIEMPRE AHI DISPUESTOS A DAR,
QUE LA PAZ Y EL AMOR DE JESUS NOS SIGA HERMANANDO Y DERRAMANDO BENDICIONES A TODOS







Esperamos ser de Bendicion a tu vida, asi como tu lo seas a nuestras vidas. Te deseamos Un Lindo Dia


sagrado corazon de jesus

lunes, 5 de marzo de 2012

La Divina Misericordia, ¿una devoción más?


Ciertamente, la Divina Misericordia es una devoción, pero…  ¡es muchísimo más que una devoción!  Veamos, en el mismo Diario de Santa Faustina, cómo Nuestro Señor se refiere a la Divina Misericordia como “devoción”:
                  “Cuando fui a la adoración escuché estas palabras: Hija Mía amada, apunta estas palabras:  Mi Corazón ha descansado hoy en este convento.  Habla al mundo de Mi misericordia, de Mi amor.
                    Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres.  Oh, qué dolor Me dan cuando no quieren aceptarlas.
                    Hija mía, haz lo que esté en tu poder para difundir la devoción a Mi misericordia.  Yo supliré lo que te falta.  Dile a la humanidad doliente que se abrace a Mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz.
                    Di, hija Mía, que soy el Amor y la Misericordia Mismos.  Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas.”  (DSF 1074)
“A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa [protege] a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso.  En esta última hora el alma no tiene nada en su defensa fuera de Mi misericordia.  Feliz el alma que durante la vida se ha sumergido en la Fuente de la Misericordia, porque no la alcanzará la justicia.” (DSF 1075)
“28 I [1938].  Hoy el Señor me dijo: Escribe, hija Mía, estas palabras: Todas las almas que adoren Mi misericordia y propaguen la devoción invitando a otras almas a confiar en Mi misericordia no experimentarán terror en la hora de la muerte.  Mi misericordia las protegerá en ese último combate…” (DSF 1540)
La gran mayoría de las devociones han nacido de un sentimiento de piedad; han nacido de nosotros mismos, por nuestra propia iniciativa.  Sin embargo, en el caso de la Divina Misericordia, es Dios mismo quien la ha pedido…   y esto hace toda la diferencia del mundo.
Como “devoción”, la Divina Misericordia contiene cuatro elementos devocionales, todos y cada uno de ellos pedidos por Nuestro Señor a Santa Faustina, pidiéndole comunicarlos al mundo, instruyéndonos a practicarlos con devoción.  Estos cuatro elementos devocionales son:
1)      La veneración de la Imagen de la Divina Misericordia; la cual Él mismo pidió hacer pintar y venerar, pidiendo que la Imagen llevara como “firma” las palabras: “Jesús, en Ti Confío”.
2)      La celebración de la Fiesta de la Misericordia; día de grandeza inconcebible brotado de las entrañas de la Misericordia de Dios, que debe celebrarse el II Domingo de Pascua, esto es, el domingo siguiente al domingo de resurrección.
3)      El  rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia; oración –profundamente eucarística- dictada por Nuestro Señor a Santa Faustina, señalándosela como una oración muy poderosa.
4)      La celebración de la Hora de la Divina Misericordia:  las 3:00 pm de todos los días; hora en que el Cordero de Dios entrega Su Vida por la redención de toda la humanidad, hora en que la misericordia triunfó sobre la justicia; hora en la que Nuestro Señor nos invita a sumergirnos en Su Pasión, a sumergirnos en Su Misericordia, y a clamarla para el mundo entero.
Como podemos notar, todos estos elementos están asociados al Misterio Pascual de Cristo, donde la Misericordia de Dios se revela en toda su plenitud.  A la práctica de todos y cada uno de estos cuatro elementos devocionales Nuestro Señor asoció grandes promesas.  Cada uno de estos cuatro elementos devocionales actúa como un “canal” a través del cual las gracias de Dios son atraídas hacia nosotros.
¿Funcionan “automáticamente” para cualquiera?   Si…  y  No…  El mismo Señor señala claramente las dos condiciones que deben cumplirse para que estas promesas sean efectivas:
1)      La persona debe vivir en espíritu de confianza en Dios, ya que la confianza es el recipiente con el cual se toman las gracias de Su misericordia.
2)      La persona debe vivir en espíritu de misericordia hacia el prójimo, ya que…  “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”.
Más que una devoción, la Divina Misericordia se convierte entonces en un estilo de vida…  el estilo de vida del Evangelio…   La confianza está llamada a ser una actitud de vida que rige todas nuestras relaciones con Dios.   La misericordia está llamada a ser una actitud de vida que rige todas nuestras relaciones con el prójimo.  La Divina Misericordia se convierte entonces en toda una escuela de espiritualidad, basada en estas dos actitudes de vida.
“Hija Mía, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a Mi misericordia, tú debes ser la primera en distinguirte por la confianza en Mi misericordia.  Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí.  Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes.  No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte.”  (DSF 742)
Como “devoción”, la Divina Misericordia contiene cuatro elementos devocionales, todos y cada uno de ellos pedidos por Nuestro Señor a Santa Faustina, pidiéndole comunicarlos al mundo, instruyéndonos a practicarlos con devoción.  Estos cuatro elementos devocionales son:

1)      La veneración de la Imagen de la Divina Misericordia; la cual Él mismo pidió hacer pintar y venerar, pidiendo que la Imagen llevara como “firma” las palabras: “Jesús, en Ti Confío”.

2)      La celebración de la Fiesta de la Misericordia; día de grandeza inconcebible brotado de las entrañas de la Misericordia de Dios, que debe celebrarse el II Domingo de Pascua, esto es, el domingo siguiente al domingo de resurrección.

3)      El  rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia; oración –profundamente eucarística- dictada por Nuestro Señor a Santa Faustina, señalándosela como una oración muy poderosa.

4)      La celebración de la Hora de la Divina Misericordia:  las 3:00 pm de todos los días; hora en que el Cordero de Dios entrega Su Vida por la redención de toda la humanidad, hora en que la misericordia triunfó sobre la justicia; hora en la que Nuestro Señor nos invita a sumergirnos en Su Pasión, a sumergirnos en Su Misericordia, y a clamarla para el mundo entero.

Como podemos notar, todos estos elementos están asociados al Misterio Pascual de Cristo, donde la Misericordia de Dios se revela en toda su plenitud.  A la práctica de todos y cada uno de estos cuatro elementos devocionales Nuestro Señor asoció grandes promesas.  Cada uno de estos cuatro elementos devocionales actúa como un “canal” a través del cual las gracias de Dios son atraídas hacia nosotros.

¿Funcionan “automáticamente” para cualquiera?   Si…  y  No…  El mismo Señor señala claramente las dos condiciones que deben cumplirse para que estas promesas sean efectivas:

1)      La persona debe vivir en espíritu de confianza en Dios, ya que la confianza es el recipiente con el cual se toman las gracias de Su misericordia.

2)      La persona debe vivir en espíritu de misericordia hacia el prójimo, ya que… Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”.

Más que una devoción, la Divina Misericordia se convierte entonces en un estilo de vida  el estilo de vida del Evangelio…   La confianza está llamada a ser una actitud de vida que rige todas nuestras relaciones con Dios.   La misericordia está llamada a ser una actitud de vida que rige todas nuestras relaciones con el prójimo.  La Divina Misericordia se convierte entonces en toda una escuela de espiritualidad, basada en estas dos actitudes de vida.

“Hija Mía, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a Mi misericordia, tú debes ser la primera en distinguirte por la confianza en Mi misericordia.  Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí.  Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes.  No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte.”

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