LA VIRTUD DE LA POBREZA DE MARÍA

 LA VIRTUD DE LA POBREZA DE MARÍA.

El ejemplo de la pobreza de María es realmente extraordinario.
Fue María criada bajo la ley de Moisés, por tanto era humilde. Hemos dicho que ellla era una mujer sencilla, servicial. 
Después, cuando vivía con José, María continuaba su vida de humildad, ya tenía preparado todo para el nacimiento de su amado Hijo, cuando tuvo que partir hacia Belen. ¿Cuál sería el equipaje de María? Muy poco, se supone que solo estarían unos días y regresarían, pero ella sabía que estaba próximo el parto y que el regreso podría demorar un poco. Así que solo llevaría las cosas del Niño y algunas prendas de ella y de José. Jamás hubiera imaginado que no volverían sino hasta mucho tiempo después, hubo que huír, y con cuantas pertenencias se puede andar huyendo?, Y José, el buen carpintero, su oficio le ayudaba al sostenimiento de la familia, pero no era mucho, lo constatamos en que al presentar al niño, llevan dos tórtolas, que era la ofrenda asignada a los pobres. Jesús ayudaba a su padre en el taller y aprende el oficio, de esta forma, cuando muere José, Jesús continua ayudando a su Madre, María en el sustento diario.
Cuando ya Jesús es adulto lo pierde María de una forma terrible, ultrajado, humillado, crucificado... Y antes de morir, Jesús nos demuestra una vez mas que tan pobre era su Madre. María se quedaba sola, y recurre a su discípulo amado, San Juan y le entrega a María como Madre. 
Nosotros que nos quejamos a diario por falta de "tantas" cosas, pensemos en María. ELLA NO TENÍA NADA Y LO POSEÍA TODO.
Ningún bien terreno, pero tenía a Jesús. 
Nosotros también, en nuestra vida, a veces carecemos de cosas materiales, otras veces corporales y muchas espirituales, y en todas tenemos la solución a la mano. TENEMOS A JESÚS.
María, jamás desistió de Él, siempre confío en Él, siempre estuvo con Él y nunca le faltó nada. Porque hasta en los momentos más difíciles tuvo el consuelo de su Divino Hijo.
¿Por qué, pues, nosotros no acudimos a El con la misma confianza, con la misma humildad, con la misma caridad, con la misma pureza, con que María acudía a Él? 
Junto con Juan hemos sido confiados a ella como hijos y ella como Nuestra Madre, por tanto, Jesús no nos abandonará si hemos cuidado a su Madre como Él la cuidaba. Porque María siempre ha cuidado de nosotros como Nuestra Madre.