El Secreto del Rosario Por San Luis de Montfort (Resumen)

El Secreto del Rosario Por San Luis de Montfort (Resumen) "Ponte la armadura de Dios para ser capaz de resistir los ataques del demonio. Ármate con las armas de Dios, con el Santo Rosario, y aplastarás la cabeza del demonio y te mantendrás firme frente a todas sus tentaciones." EL Rosario esta hecho de dos cosas:a) De la meditación de los principales misterios de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. b) De decir quince decenas de Aves Marías, cada decena precedida de un Padre Nuestro, mientras que al mismo tiempo meditamos y contemplamos las quince principales virtudes que Jesús y María practicaron en los quince misterios del Santo Rosario. El Rosario es la fuente de los mas maravillosos frutos para aquellos que utilizan este recurso. Para animarlos a tener esta devoción, quisiera decirles que el rezo del Rosario con la meditación de los misterios trae consigo los siguientes resultados maravillosos: Gradualmente nos lleva a un conocimiento perfecto de Jesucristo. Purifica nuestras almas del pecado. Nos da victoria sobre nuestros enemigos. Hace la práctica de la virtud fácil. Nos enciende en amor hacia Jesús. Nos enriquece con sus gracias y méritos. Nos da todo lo que se necesita para pagar nuestras deudas con Dios, con nuestro prójimo, y finalmente, obtiene toda clase de gracias y dones de Dios. El conocimiento de Jesucristo es la ciencia de la salvación, sobrepasa todas las ciencias humanas en valor y perfección: Por la dignidad de su objeto, que es un Dios-hombre, comparado con quien todo el universo no es mas que un grano de arena. Por su utilidad para nosotros; las ciencias humanas solamente nos llenan de viento y del vacío de la soberbia. Por ser una necesidad; ya que nadie puede ser salvado sin el conocimiento de Jesucristo, mientras que una persona que no sabe absolutamente nada de cualquier otra ciencia será salvado mientras esté iluminado por el conocimiento de Jesucristo. La vida es una guerra continua y una serie de tentaciones; nosotros no tenemos que pelear con enemigos de carne y sangre, sino con las mismos poderes del infierno. ¿Que mejor arma podríamos posiblemente usar que la oración que Jesús nos enseñó, el Padre Nuestro, y el Ave María, que ha hecho huir a los demonios, ha destruido el pecado y renovado el mundo? ¿Que mejor arma podríamos usar que la meditación en la vida y pasión de Jesucristo? San Pedro dice que es de esta forma que nos debemos de armar, para defendernos a nosotros mismos de los mismos enemigos que Jesús ha conquistado y que nos molestan todos los días. "Desde que el demonio fue aplastado por la humildad y pasión de Jesucristo, ha sido incapaz de atacar un alma que este armada con la meditación de los misterios de la vida de nuestro Señor, y si molesta a esa alma seguramente saldrá derrotado vergonzosamente. Ponte la armadura de Dios para ser capaz de resistir los ataques del demonio." Ármate con las armas de Dios, con el Santo Rosario, y aplastarás la cabeza del demonio y te mantendrás firme frente a todas sus tentaciones. San Agustín nos asegura que no hay un ejercicio espiritual más fructífero o más útil que la frecuente reflexión de los sufrimientos de Nuestro Señor. El bendito Alberto el Grande, que tenía a Santo Tomás de Aquino como su estudiante, aprendió en una revelación que por el simple hecho de pensar o de meditar en la pasión de Jesucristo, un cristiano gana más méritos que si hubiera ayunado a pan y agua cada viernes por un año, o que si se hubiera golpeado o azotado hasta sangrar, o que si hubiera recitado todo el libro de los Salmos cada día. Si esto es así, entonces que tan grande debe de ser el mérito que se gana con el Rosario, que conmemora toda la vida y pasión de Jesús? No debe de pensarse que el Rosario es únicamente para mujeres, o para gente simple y sin instrucción. El Rosario también es para los hombres, y para los mas grandes hombres. Si tu conciencia estuviera agobiada por el pecado, toma tu Rosario y reza una corona (cinco decenas de Aves Marías) meditando sus misterios, y puedes estar seguro que mientras hagas esto Jesús le enseñara sus sagradas heridas a Su padre en el cielo. El pedirá por ti y obtendrá la contrición y perdón de tus pecados. Jesús revelo al bendito Alan de la Roche: "Si tan solo estos pobres pecadores dijeran mi Rosario frecuentemente, obtendrían los méritos de mi pasión, y yo seria su abogado y apaciguaría la justicia de Dios" La Santísima Virgen María ha revelado: "Cualquiera de los fieles, que en estado de gracia, rece el Rosario meditando los misterios de la vida y pasión de Cristo, obtendrá completa y total remisión de sus pecados. Quiero que sepas que, a pesar de las numerosas indulgencias ya concedidas a la recitación de mi Rosario, añadiré muchas más por cada cinco decenas de aquellos, que libres de pecado serio, las digan con devoción, de rodillas. Y quienquiera que persevere en la devoción del Santo Rosario, con sus oraciones y meditaciones, será recompensado por ello; Obtendré para él la remisión completa de las penas y castigos de todos sus pecados al final de su vida. Y que esto no parezca increíble para ti; es fácil para mi porque yo soy la madre del Rey del cielo, y el me llama llena de gracia. Y siendo llena de gracia, Yo soy capaz de dispensarla libremente a mis queridos hijos."  No hay nada mas divino, nada mas noble o agradable a Dios que cooperar en el trabajo de salvar almas y frustrar los planes del demonio de arruinarlas. Jesús no vino a la tierra por otra razón sino para salvarnos. Jesús trastorno los planes del demonio fundando la Iglesia, pero el demonio desde entonces ha contra atacado causando divisiones entre los hombres, odio, herejías, y vicios. Únicamente severos remedios pueden curar tales terribles desordenes y repeler las fuerzas de Satanás. La Santísima Virgen, protectora de la Iglesia, nos ha dado el más poderoso medio para apaciguar la ira de Jesús, desterrando herejías y reformando las morales cristianas, mediante la devoción al Rosario y la formación de la Confraternidad del Santo Rosario. Esto ha traído de vuelta la caridad y la frecuente recepción de los sacramentos como en los primero siglos dorados de la iglesia. Los Papas Paulo III y Pío V han declarado que el Rosario fue dado a los fieles para que puedan tener paz y consuelo espiritual mas fácilmente. Seguramente todo el mundo querrá ser parte de tal confraternidad que ha sido fundada por tan nobles propósitos.