FRAGANCIAS DE CRISTO

Mensaje de reflexión para las Almas Pequeñas by Pequeñas Almas Latinoamérica 7 de abril de 1991 M = Margarita M- Durante la Oración. Hoy he descubierto, encantada, lo que seré un día. Teresita había dicho: “En el Cielo seré el Amor”. Abriendo al azar el Mensaje (29 de marzo de 1979), pensando yo también en lo que seré un día, leo con emoción un texto que hasta ahora no me había llamado particularmente la atención.    J = Jesús   J- “Yo haré de ti la niña querida de mi Iglesia, la Iglesia de los pequeñitos, la Iglesia de los débiles, la Iglesia donde el Amor es Rey”. M- Un sentimiento extraño me invade. Yo también había encontrado mi vía, la que no me estaba definida todavía hasta este día: niña querida de mi Iglesia, la Iglesia de los pequeñitos, la Iglesia de los débiles, la Iglesia donde el Amor es Rey… He dormido poco esta noche. En la paz, saboreaba esta pertenencia de todo mi ser a la Iglesia de Cristo. Es una revelación profunda en mi alma. El Amor en la Iglesia, el Amor que cada uno puede tocar con el dedo, el Amor de los pobres, de los hambrientos de justicia y de paz, la acogida de los que sufren, semejante a la que, ya en esta vida, ha definido esta misión de amor en el mundo entero, las almas que buscan, el Amor que quiere darse. Estaré allí para ayudarles a encontrar el camino que conduce a la vida. Pienso en este momento en la montaña de corazones, descrita en el Mensaje. Misión de Amor que no terminará jamás, pues la Iglesia ha recibido las Palabras de la Vida Eterna. “Mi Iglesia no perecerá”. Mensaje del Amor Misericordioso - TOMO 4 - Pág. 50