SER FRAGANCIA DE CRISTO EN EL MUNDO


"FRAGANCIAS DE CRISTO"

SER FRAGANCIAS DE CRISTO ES ESPARCIR SU FRAGANCIAS DONDE ESTÉS
EN EL LUGAR QUE TE ENCUENTRES CASA,TRABAJO, IGLESIA ,COLEGIO ,EN FACE,
EN TU RED SOCIAL FAVORITA DANDO
TESTIMONIO DE SU PRESENCIA EN TI
¿QUIERES SER TU FRAGANCIAS DE CRISTO?

A TODOS LOS QUE NOS DEJAN ENTRAR EN SU CORAZON
MUCHA PAZ Y AMOR .GRACIAS A LOS AMIGOS POR ESTAR SIEMPRE AHI DISPUESTOS A DAR,
QUE LA PAZ Y EL AMOR DE JESUS NOS SIGA HERMANANDO Y DERRAMANDO BENDICIONES A TODOS







Esperamos ser de Bendicion a tu vida, asi como tu lo seas a nuestras vidas. Te deseamos Un Lindo Dia


sagrado corazon de jesus

lunes, 3 de diciembre de 2012

si



MARTES I DE ADVIENTO


San Juan Damasceno






“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. ”






Lectura del libro del profeta Isaías 11, 1-10




En aquel día, saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor -y lo inspirará el temor del Señor- .


El no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.


El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey.


El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar.


Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada.




Palabra de Dios.




SALMO Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17 (R.: cf. 7)




R. Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz eternamente.




Concede, Señor, tu justicia al rey


y tu rectitud al descendiente de reyes,


para que gobierne a tu pueblo con justicia


y a tus pobres con rectitud. R.




Que en sus días florezca la justicia


y abunde la paz, mientras dure la luna;


que domine de un mar hasta el otro,


y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.




Porque él librará al pobre que suplica


y al humilde que está desamparado.


Tendrá compasión del débil y del pobre,


y salvará la vida de los indigentes. R.




Que perdure su nombre para siempre


y su linaje permanezca como el sol;


Que él sea la bendición de todos los pueblos


y todas las naciones lo proclamen feliz. R.






EVANGELIO




+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 21-24




En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo:


«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.» Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos:


« ¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!»




Palabra del Señor.






PARA REFLEXIONAR





Jesús exclama con gozo ante la elección hecha por el Padre para revelar a los humildes y sencillos los misterios del Reino. Pero, a su vez, declara que esos mismos misterios se les ha ocultado a los sabios y entendidos.

Y Lucas, el evangelista del Espíritu Santo, señala que Jesús está lleno del Espíritu de Dios. Generalmente se suele confundir la sabiduría con la acumulación de conocimientos, que producen poder y prestigio.

Este gesto profético de Jesús (lleno del Espíritu) debió molestar a los maestros de la ley, sumos sacerdotes, letrados y demás líderes religiosos. ¿Cómo es posible que Dios elija a lo débil del mundo para revelar su sabiduría?

Comenzando por Jesús, cuyo origen humano procede de la marginalidad y la pequeñez. Sin embargo, él es quien revela o comunica la sabiduría de Dios a la humanidad.

Una vez más se hace necesario tener la sensibilidad del Espíritu para descubrir en nuestro entorno la sabiduría de Dios. Tal vez no sea en los grandes centros de formación teológica, sino en las pequeñas comunidades de base o en grupos de oración, donde se muestra la revelación de Dios.

Oremos al Señor para que nos conceda la sabiduría del Espíritu para descubrir la presencia del Reino en lo sencillo y pequeño de este mundo.








La paz es uno de los bienes más grandes, constantemente implorados en el Antiguo Testamento. La verdadera paz llegará a la tierra recién con la venida del Mesías. Isaías, un profeta de la corte y amante de la dinastía davídica, esperaba al rey Mesías del linaje de David. Y esperaba que el reinado de este descendiente sea en verdad un reinado de fidelidad a la Ley de Dios.

La imagen del tronco y del renuevo le sirve a Isaías, para anunciar que, a pesar de que el pueblo de Israel parece un tronco seco y sin futuro, Dios le va a infundir vida y de él va a brotar un retoño que traerá a todos la salvación.

Jesé era el padre del rey David. Por tanto el «tronco de Jesé» hace referencia a la familia y descendencia de David, que será la que va a alegrarse de este nuevo brote. La «raíz de Jesé» se erguirá como enseña y bandera para todos los pueblos.

Esta página del profeta fue siempre interpretada como un anuncio de los planes salvadores de Diospara los tiempos mesiánicos aunque la profecía no se dispara hacia un “más allá” celestial. El profeta espera que en verdad un rey reine de esta manera.

Y el modo de reinar y de impartir la justicia ha de ser a favor de los pobres.

El Espíritu de Dios reposará sobre el Mesías y lo colmará de sus dones. Por eso su juicio será siempre justo, doblegará a los violentos y en su tiempo reinará la paz.

La salvación que Jesús viene a traer recuperará el orden querido por Dios en la creación, en donde ni los animales, ni los hombres se causarán daño entre sí. Esa paz será garantizada por la experiencia de Dios y por la justicia con los pobres.








Jesús se estremece de júbilo en el Espíritu por lo que ha sido revelado a los pobres y sencillos. Y lo hace utilizando una fórmula de bendición que es familiar a los judíos. A lo largo del día los judíos piadosos eran invitados a dar gracias a Dios por todo diciéndole: ” Bendito Tú eres por…” Este es un tipo de plegaria que Jesús hacía a menudo.

En este momento su acción de gracias surge de la contemplación del trabajo que el Padre está haciendo en el corazón de los hombres. En una sociedad, hija del poder y de la sabiduría de los grandes, no era normal que los sencillos, los ignorantes, los sin poder, los que experimentaban todo tipo de pobreza, tuvieran una participación activa. Los fuertes y poderosos les quitaban todo protagonismo, los anulaban y los convertían en vasallos pasivos. Era peligroso que los pobres y sencillos tuvieran iniciativa o participación en las decisiones, porque eso se traduciría, tarde o temprano, en conciencia crítica, en autonomía, en rebelión, en búsqueda de justicia.

Por eso, cuando Jesús ve actuar a los que hasta ese momento habían sido dejados de lado, su corazón rompe en alegría incontenible. Si a partir de la aceptación de la Palabra de vida, el miedo de los excluidos se transforma en valentía, la exclusión en inclusión, la marginación en participación activa, hay esperanzas de un mundo nuevo.

Jesús en su modo de anunciar el Reino abrió un camino nuevo para el conocimiento de Dios. Ya no será por los caminos de la ciencia o de la sabiduría humana, sino por los caminos de la sencillez y la humildad que podremos abrirnos al don de Dios y alegrarnos de su salvación. El conocimiento de Dios pasará por una práctica de la justicia, según el Evangelio, que lleva a una existencia más solidaria, fraterna, de entrega, comunicación, comunión con otros, y destronamiento de toda clase de egoísmos que dominen al hombre y la creación.

Esta nueva sabiduría, los prudentes, los sabios, los autoritarios, los autosuficientes no la necesitan. En cambio, para los pobres, una palabra de consuelo, una mano tendida, son más valorados que muchos tratados de paz. Saben descubrir lo aparentemente invisible, porque están habituados a vivir de lo esencial. Éste será el camino de Jesús y el nuestro. Su misión pasará por el aparente fracaso y sólo algunos pocos serán fieles.

Esta nueva sabiduría que viene de un corazón pobre, acepta que la acción de Dios está mediada por la vida e historia de una persona concreta que es Jesús, el que venía de Galilea y murió en Jerusalén.“Nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo”.

Conocimiento del Padre por la familiaridad y el amor. La verdadera felicidad del discípulo será participar en esta familiaridad que lo hace vivir con gozo y certeza la presencia de la salvación. Y esta es la esperanza. Para vivirla se necesita pequeñez y pobreza. Dejar que el espíritu se pose en nosotros para ser contados entre aquellos que son dichosos por ver lo que ven. Comienza así el tiempo tan esperado de la paz verdadera.

Celebrar el Adviento no es otra cosa que dejarnos modelar interiormente por la presencia del Espíritu,crear espacio en nuestra vida para que podamos recibir sus dones de sabiduría, de discernimiento y fortaleza… todos ellos necesarios para descubrir los senderos por donde El quiere que camine nuestra Iglesia en este tiempo.




PARA DISCERNIR




¿Siento que Jesús alaba a Dios por mi fe?

¿Conozco a Dios por el amor?

¿Experimento la felicidad de la fe?




REPITAMOS Y VIVAMOS HOY LA PALABRA





…Señor, haceme sencillo, alegre, y agradecido…




PARA LA LECTURA ESPIRITUAL




…”No nos lamentemos demasiado fácilmente de la falta de tiempo para leer y no la hagamos responsable de un estado espiritual imputable con frecuencia a nuestra falta de decisión (la decisión de llevar las cosas a la práctica). Volvamos asiduamente al evangelio, a cualquier libro sólido, y tratemos de asimilarlo para vivirlo. No dejemos que se vaya agrandando la fisura entre verdad buscada y meditada y el llevar a la práctica sus exigencias. Es preciso exponer nuestra vida a la luz del Espíritu de Jesús, esforzándonos por practicar el sermón de la montaña, el discurso de la última Cena, el Vía Crucis, las parábolas de la oración y de la fe, y sobre todo el mandamiento del amor: ahí encontraremos la verdadera ciencia de Cristo, la que poseían los apóstoles.


Cualquier momento del día se nos brinda como algo único e irrepetible; por eso, los que no se han abandonado suficientemente al Espíritu y dependen de modo muy rígido de un ideal moral especulativo, no llegan a la santidad perfecta, viva, en consonancia con las exigencias de la vida. Su santidad es artificial, rígida, careciendo del impulso y espontaneidad del amor; son incapaces de un acto de locura en la pobreza, en el amor al prójimo; no viven el Evangelio del Salvador (…). La lectura de una biografía o de los escritos de los santos, con frecuencia es más eficaz para una auténtica vida espiritual que la lectura de libros doctrinales. Velad constantemente por mantener un gran equilibrio en vuestra vida, para conservarla siempre en la sencillez del momento presente y para llevar a la práctica el Evangelio“…


R. Voillaume, Come foro, Turín s.f.






PARA REZAR




Derrama




Ven Señor Jesús, renuevo de Jesé,


derrama en nosotros el espíritu que nos guíe


para buscar la sabiduría que nos ayude a vivir bien


y lograr la felicidad que no pasa.


Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros tu espíritu


para que podamos comprender nuestra historia


como plan de Dios Padre.


Ven Señor Jesús y derrama el espíritu de consejo y valentía


para poder decidir la vida en cada acontecimiento.


Ven Señor Jesús y derrama en nosotros el espíritu de conocimiento


para sentirte cercano y conocer los secretos de tu corazón.


Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros el espíritu de temor del Señor


para que el centro de nuestros pensamientos,


deseos y proyectos sea la voluntad del Padre.


Ven Señor Jesús y derrama sobre nosotros el espíritu


con el que revelas el rostro del Padre a los pequeños y a los pobres


y que sintamos el gozo de haber sido elegidos para ser de los tuyos.








MIÉRCOLES I DE ADVIENTO




“Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas.”








Lectura del libro del profeta Isaías 25, 6-10a




En aquel día:


El Señor de los ejércitos ofrecerá a todos los pueblos sobre esta montaña un banquete de manjares suculentos, un banquete de vinos añejados, de manjares suculentos, medulosos, de vinos añejados, decantados.


El arrancará sobre esta montaña el velo que cubre a todos los pueblos, el paño tendido sobre todas las naciones.


Destruirá la Muerte para siempre; el Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros, y borrará sobre toda la tierra el oprobio de su pueblo, porque lo ha dicho él, el Señor.


Y se dirá en aquel día: «Ahí está nuestro Dios, de quien esperábamos la salvación: es el Señor, en quien nosotros esperábamos; ¡alegrémonos y regocijémonos de su salvación!» Porque la mano del Señor se posará sobre esta montaña.




Palabra de Dios.




SALMO Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6 (R.: 6cd)




R. Habitaré en la Casa del Señor,


por muy largo tiempo.




El Señor es mi pastor,


nada me puede faltar.


El me hace descansar en verdes praderas,


me conduce a las aguas tranquilas


y repara mis fuerzas. R.




Me guía por el recto sendero,


por amor de su Nombre.


Aunque cruce por oscuras quebradas,


no temeré ningún mal,


porque tú estás conmigo:


tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.




Tú preparas ante mí una mesa,


frente a mis enemigos;


unges con óleo mi cabeza


y mi copa rebosa. R.




Tu bondad y tu gracia me acompañan


a lo largo de mi vida;


y habitaré en la Casa del Señor,


por muy largo tiempo. R.






EVANGELIO




+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 15, 29-37




Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel.


Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino.»


Los discípulos le dijeron: « ¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?»


Jesús les dijo: « ¿Cuántos panes tienen?»


Ellos respondieron: «Siete y unos pocos pescados.»


El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos.


Y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas.




Palabra del Señor.






PARA REFLEXIONAR





El evangelista Mateo integra magistralmente dos narraciones para subrayar su sentido catequético. Por una parte relata la acción sanadora de Jesús, devolviendo la salud, la dignidad y la vida al pueblo, enfermo y desesperanzado por tantos males que le afectaban.

Por otra parte, Jesús muestra la base compasiva y misericordiosa que marca su acción liberadora a través de los milagros.

Jesús se hace alimento que sacia el hambre de todos los que se acercan a él. Siete panes y siete canastas de sobras significan la plenitud de los bienes mesiánicos. La salvación es como el pan que llega para saciar las necesidades de todos.

La Iglesia siempre se ha preocupado por atender a las necesidades de los empobrecidos y excluidos. Particularmente en los últimos años su preocupación tiende a rebasar acciones puramente puntuales y asistencialistas con procesos y proyectos de promoción humana y liberación integral.

Se trata de acompañar al pueblo en la conquista de su dignidad como hijo de Dios, mediante la gestión de proyectos integrales de promoción humana y cristiana. No se puede ser auténticamente cristiano sin comprometerse con esta causa.








En las costumbres orientales que aparecen frecuentemente en la Biblia el banquete forma parte del ritual de entronización de los reyes. Con frecuencia la fastuosidad en la preparación de la mesa, la calidad de los manjares y de los vinos son signo del poder de un rey, y muy particularmente son el modo de celebrar una victoria.

El texto de lectura del profeta Isaías fue probablemente redactado hacia el siglo V o IV a.C. y el banquete quiere expresar como se solemniza la victoria de Israel sobre los demás pueblos que hasta entonces lo han oprimido. Dios es, en definitiva, el verdadero triunfador ya que ha conducido al pueblo en medio de calamidades hasta el triunfo; por eso, Dios mismo anuncia que será el anfitrión de su propia mesa en la que han de participar todos los que han sido fieles a su palabra. Dios no quiere ver lágrimas en los ojos de nadie, no habrá más luto ni tristeza; se ha acabado la violencia y la opresión.

Con toda la poesía y humanidad que tiene la imagen de una comida la Palabra nos ayuda a entender los planes de Dios. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios al invitarnos a la fiesta celebra la victoria sobre la muerte: el enemigo más grande, la gran obsesión de la humanidad, el gran fracaso, el gran absurdo, el símbolo de la fragilidad y del sufrimiento.








Mucha gente se acerca a Jesús llevando lisiados, ciegos, mudos y otros enfermos. La lista de enfermos pone de relieve la atención de Dios dirigida en primer lugar hacia las miserias humanas.

En Jesús de Nazaret se han cumplido las promesas del profeta. Con Él ha llegado la plenitud de los tiempos. El signo de la venida del Mesías es que el mal retrocede, la desgracia y la opresión son vencidas.

El tiempo de la fiesta y de la alegría ha llegado, porque, por fin, el que tenía cautivo al hombre ha caído, y el llanto de los pobres es secado por el mismo Dios, que recogiendo sus dolores los transforma en gozo y fiesta.

Jesús hace de una comida el signo de su gracia: prepara un banquete para los suyos, con lo que cumple de modo pleno lo anunciado y esperado. Un banquete austero en cuanto a la comida, pero exuberante y especial en su manera de manifestar la providencia.

Es una comida que nace de la compasión; un alimento para no desfallecer por el camino, comida repartida por los discípulos; comida de acción de gracias capaz de saciar a todos. Comida que es Él mismo. Su presencia entre nosotros nace de la compasión de Dios; está a nuestro lado sosteniendo nuestro caminar; llega a nosotros por ministerio de sus apóstoles y predicadores; Él es nuestra Eucaristía y puede saciar todo corazón y todo anhelo.

Jesús ofrece fiesta, no tristeza. Fiesta en la que sólo se quiere expresar lo desbordante de la vida que Dios nos regala. El manjar, si bien es para todos, no es el mismo. Tendrá la medida del hambre y el sabor de aquello en que nos sentimos más hambrientos. Nuestra esperanza se alimenta de nuestra hambre, crece con el hambre.

El Adviento es para los que nos sabemos débiles, hambrientos y pecadores y acudimos a Jesús; el Salvador que se compadece, seca nuestras lágrimas, nos da de comer, anuncia su palabra de vida y de fiesta y nos acoge a todos. Adviento es ir tras la promesa de la fiesta y la comida para los pobres entre los cuales debemos incluirnos y aceptarnos, no sólo con la pobreza de ser pecadores, sino con la pobreza más radical de ser lisiados, de haber sido heridos por una vida que exigimos con todo nuestro ser y que nunca se nos da más que a medias. Una pobreza que nos envuelve como un manto de luto.

Aceptar esta pobreza es clamar sin dudas a Dios que viene a transformar nuestro luto en danza y nuestro desierto en mesa de fiesta. �






PARA DISCERNIR

¿Cuáles son mis hambres más profundas?

¿De qué necesito que Dios se compadezca y me salve?

¿Cuáles son los motivos por los que quiero hacer fiesta de la vida?




PARA LA LECTURA ESPIRITUAL




…La opción preferencial por los pobres nos impulsa, como discípulos y misioneros de Jesús, a buscar caminos nuevos y creativos a fin de responder a la realidad creciente de pobres. La situación precaria y la violencia familiar con frecuencia obliga a muchos niños y niñas a buscar recursos económicos en la calle para su sobre vivencia personal y familiar exponiéndose también a graves riesgos morales y humanos… (Aparecida 409)




PARA REZAR




Ven Señor Jesús




Ven Señor Jesús y acrecienta la feliz esperanza,


el hambre por el banquete de la vida plena y definitiva,


que con el Padre preparas para todos los hombres.


Te bendecimos por el pan de cada día, signo de tu preocupación por nosotros.


Te bendecimos por el amor de cada día que nos impulsa a buscar el pan que necesitamos, para nosotros y para los que más necesitan.


Te bendecimos por tu amor que se hace amor


en nuestras pobres manos y busca alimentar


la esperanza de tu pueblo.


Ven Señor Jesús, a mi vida,


y desde mi vida a la vida del mundo.






JUEVES I DE ADVIENTO


San Nicolás de Bari




“No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.”






Lectura del libro del profeta Isaías 26, 1-6




Aquel día, se entonará este canto en el país de Judá:


Tenemos una ciudad fuerte, el Señor le ha puesto como salvaguardia muros y antemuros. Abran las puertas, para que entre una nación justa, que se mantiene fiel. Su carácter es firme, y tú la conservas en paz, porque ella confía en ti.


Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna. El doblegó a los que habitaban en la altura, en la ciudad inaccesible; la humilló hasta la tierra, le hizo tocar el polvo. Ella es pisoteada por los pies del pobre, por las pisadas de los débiles.




Palabra de Dios.




SALMO Sal 117, 1 y 8-9. 19-21. 25-27a (R.: 26a)




R. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!


O bien:


Aleluia.




¡Den gracias al Señor, porque es bueno,


porque es eterno su amor!


Es mejor refugiarse en el Señor


que fiarse de los hombres;


es mejor refugiarse en el Señor


que fiarse de los poderosos. R.




«Abran las puertas de la justicia


y entraré para dar gracias al Señor.»


«Esta es la puerta del Señor:


sólo los justos entran por ella.»


Yo te doy gracias porque me escuchaste


y fuiste mi salvación. R.




Sálvanos, Señor, asegúranos la prosperidad.


¡Bendito el que viene en nombre del Señor!


Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor:


el Señor es Dios, y él nos ilumina. R.






EVANGELIO




+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 21. 24-27




Jesús dijo a sus discípulos:


«No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.


Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.


Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande.»




Palabra del Señor.




PARA REFLEXIONAR



El seguimiento de Jesús no consiste solamente en proclamarlo a los cuatro vientos, sino en vivirlo en la cotidianidad de la vida. No se trata de decir, sino de ser.

El seguimiento de Jesús implica una manera de ser, de vivir, de pensar, de sentir, de obrar y, también, de hablar. Es lo que se llama la coherencia de vida.

En eso consiste construir sobre roca. Una vida cristiana consistente, sólida, aun con tropiezos, como es normal en la condición humana de los seres humanos; una experiencia de vida construida sobre bases sólidas proporcionadas por el evangelio.

Pero a veces la experiencia del seguimiento de Jesús se edifica sobre bases sumamente frágiles: basta cumplir con ritos, normas, costumbres… que se reducen a momentos puntuales de la vida, pero no se extienden a todos los ámbitos de la persona humana. El cristiano con base sólida de fe se percibe a leguas de distancia.

En este tiempo de Adviento es oportuno examinar la solidez de nuestro compromiso cristiano. En la oración, en la vida sacramental, en la liturgia, encontramos las fuentes que alimentan la fe. Pero es en el testimonio diario donde se “mide” la calidad de vida cristiana.










En Palestina y en todo el cercano oriente las rocas, que en realidad son alturas rocosas, tienen un gran valor: sirven como defensa, refugio del sol o de la lluvia, lugar de vigilancia para detectar los posibles enemigos. Una ciudad nunca se construye en un valle, pues caería fácilmente en manos de los enemigos.

Tener una ciudad fuerte, asentada sobre roca, inexpugnable para el enemigo, era una de lascondiciones más importantes para sentirse seguros. Sus murallas, torres, y sus puertas bien custodiadas, eran garantía de paz y de victoria. Jerusalén era considerada inexpugnable porque estaba admirablemente situada sobre un espolón rocoso, lugar muy estratégico para la defensa.

Esta imagen le sirve al profeta para anunciar que la verdadera seguridad de una ciudad no procede de sus medios humanos de defensa, sino de su apoyo en Dios. Dios es la roca verdadera.








En el evangelio de hoy encontramos una cierta continuidad con el fragmento de Isaías. En los dos pasajes, la roca, aparece como símbolo de seguridad.


Jesús, con la parábola del hombre sabio, que edifica su casa sobre roca firme y el necio que la edifica sobre arena movedizas, contrapone a los que han escuchado sus palabras y han hecho de éstas el verdadero fundamento para construir su vida; y por eso pueden sostenerse a pesar de los ataques, de las persecuciones y las dificultades; y aquellos cuyas vidas se han derrumbado, porque se han contentado sólo con oír la Palabra y decir ¡Señor, Señor!

Nuestra vida de fe se va construyendo, en torno a la esperanza cierta, de llegar a nuestra plenitud en Cristo Jesús y entrar en el Reino de Dios. Por eso no basta con tener a Jesús en la boca, ni basta con cumplir lo mandado. Tomar en serio el camino de la fe, que nos convierte en verdaderos discípulos, implica buscar al Señor, para que descubriendo su voluntad en su Palabra y en su ejemplo, podamos vivir como hijos del Reino.

La experiencia de construir el reino viviendo el mensaje de las bienaventuranzas, es la roca firme donde los discípulos de Jesús, tenemos que edificar nuestra vida como personas y como cristianos. El Señor se acerca a nosotros, no sólo para que nos alegremos con Él, sino para que vivamos en unaauténtica amistad y compromiso, de tal forma que toda nuestra vida se edifique en Él; y podamos ser en el mundo, un verdadero reflejo del amor que Dios nos ha manifestado por medio de su Hijo.

La imagen de la roca en este día de Adviento nos interpela, para que en la construcción de nuestro proyecto de vida o de comunidad, no nos fiemos sólo de nuestras propias fuerzas y capacidades, o en la firmeza de algunas instituciones, o en estructuras o doctrinas, sino en Dios, que en su Palabra escuchada y aceptada como criterio de vida, es el único fundamento que no falla y da solidez a lo que intentamos construir.




PARA DISCERNIR



¿Cómo estamos construyendo el edificio de nuestra vida?

¿Construimos para algunos años, o construimos para siempre?

¿Construimos desde la fachada, o desde las bases?






REPITAMOS Y VIVAMOS HOY LA PALABRA





…Se mi roca firme, Señor..




PARA LA LECTURA ESPIRITUAL




Vendrá a nosotros la Palabra de Dios




…”Sabemos de una triple venida del Señor. Además de la primera y de la última, hay una venida intermedia. Aquellas son visibles, pero ésta no. En la primera, el Señor se manifestó en la tierra y convivió con los hombres, cuando, como atestigua él mismo, lo vieron y lo odiaron. En la última, todos verán la salvación de Dios y mirarán al que traspasaron. La intermedia, en cambio, es oculta, y en ella sólo los elegidos ven al Señor en lo más íntimo de sí mismos, y así sus almas se salvan. De manera que, en la primera venida, el Señor vino en carne y debilidad; en esta segunda, en espíritu y poder; y, en la última, en gloria y majestad.


Esta venida intermedia es como una senda por la que se pasa de la primera a la última: en la primera, Cristo fue nuestra redención; en la última, aparecerá como nuestra vida; en ésta, es nuestro descanso y nuestro consuelo.


Y para que nadie piense que es pura invención lo que estamos diciendo de esta venida intermedia, oídle a él mismo: El que me ama —nos dice— guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él. He leído en otra parte: El que teme a Dios obrará el bien; pero pienso que se dice algo más del que ama, porque éste guardará su palabra. ¿Y dónde va a guardarla? En el corazón, sin duda alguna, como dice el profeta: En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti.


Así es cómo has de cumplir la palabra de Dios, porque son dichosos los que la cumplen. Es como si la palabra de Dios tuviera que pasar a las entrañas de tu alma, a tus afectos y a tu conducta. Haz del bien tu comida, y tu alma disfrutará con este alimento sustancioso. Y no te olvides de comer tu pan, no sea que tu corazón se vuelva árido: por el contrario, que tu alma rebose completamente satisfecha.


Si es así como guardas la palabra de Dios, no cabe duda que ella te guardará a ti. El Hijo vendrá a ti en compañía del Padre, vendrá el gran Profeta, que renovará Jerusalén, el que lo hace todo nuevo. Tal será la eficacia de esta venida, que nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial. Y así como el viejo Adán se difundió por toda la humanidad y ocupó al hombre entero, así es ahora preciso que Cristo lo posea todo, porque él lo creó todo, lo redimió todo, y lo glorificará todo”…




San Bernardo, abad Sermón 5 en el Adviento del Señor




PARA REZAR




Ven Señor




Ven Señor Jesús y ayúdame


a construir mi vida en tus palabras,


roca que no vacila.


Ven Señor Jesús y perdona mi obstinación


en poner mis cimientos lejos de Ti.


Ven Señor Jesús y dame la valentía


para ser y no aparentar.


Ven Señor Jesús y construye en mí


desde tu amor una nueva casa,


espacio de tu misericordia


y remanso para el dolor de mis hermanos.






VIERNES I DE ADVIENTO


San Ambrosio






“Jesús les tocó los ojos, diciendo: «Que suceda como ustedes han creído.»


Y se les abrieron sus ojos.”






Lectura del libro del profeta Isaías 29, 17-24




Así habla el Señor:


¿No falta poco, muy poco tiempo, para que Líbano se vuelva un vergel y el vergel parezca un bosque?


Aquel día, los sordos oirán las palabras del libro, y verán los ojos de los ciegos, libres de tinieblas y oscuridad. Los humildes de alegrarán más y más en el Señor y los más indigentes se regocijarán en el Santo de Israel. Porque se acabarán los tiranos, desaparecerá el insolente, y serán extirpados los que acechan para hacer el mal, los que con una palabra hacen condenar a un hombre, los que tienden trampas al que actúa en un juicio, y porque sí no más perjudican al justo.


Por eso, así habla el Señor, el Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abraham:


En adelante, Jacob no se avergonzará ni se pondrá pálido su rostro. Porque, al ver lo que hago en medio de él, proclamarán que mi Nombre es santo, proclamarán santo al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel. Los espíritus extraviados llegarán a entender y los recalcitrantes aceptarán la enseñanza.




Palabra de Dios.






SALMO Sal 26, 1. 4. 13-14 (R.: 1a)




R. El Señor es mi luz y mi salvación.




El Señor es mi luz y mi salvación,


¿a quién temeré?


El Señor es el baluarte de mi vida,


¿ante quién temblaré? R.




Una sola cosa he pedido al Señor,


y esto es lo que quiero:


vivir en la Casa del Señor


todos los días de mi vida,


para gozar de la dulzura del Señor


y contemplar su Templo. R.




Yo creo que contemplaré la bondad del Señor


en la tierra de los vivientes.


Espera en el Señor y sé fuerte;


ten valor y espera en el Señor. R.






EVANGELIO




+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 27-31




Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: «Ten piedad de


nosotros, Hijo de David.»


Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó:


« ¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?»


Ellos le respondieron: «Sí, Señor.»


Jesús les tocó los ojos, diciendo: «Que suceda como ustedes han creído.»


Y se les abrieron sus ojos.


Entonces Jesús los conminó: « ¡Cuidado! Que nadie lo sepa.»


Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región.




Palabra del Señor.




PARA REFLEXIONAR



La discapacidad humana establece límites para que la persona pueda desarrollar todas sus facultades en plenitud. La ceguera física condiciona a la persona para poderse desplazar y poder reconocer colores, formas, distancias, espacios, etc.

¡Cuánto más la ceguera de conciencia! Ésta impide ver la realidad, mirar más allá de la superficie de las cosas. Probablemente ésta era la realidad de los ciegos que buscaban a Jesús.

Eran tantas las vendas que el legalismo religioso e ideológico había colocado sobre los ojos de la gente que les era casi imposible ver las causas de la situación que los oprimía y deshumanizaba.

Pero ellos encuentran en Jesús una alternativa, una luz para sus vidas. Jesús responde afirmativamente a la petición de los ciegos. Su fe, es decir, su adhesión incondicional a Jesús les hace ver la luz. Él les devuelve su dignidad de hijos de Dios.

Hoy padecemos de muchas cegueras ocasionadas por la propaganda política, por la publicidad atiborrante, etc. Son tantas las cosas relumbrantes que encandilan y ofuscan nuestros ojos que no podemos ver la verdadera luz.

Entonces tenemos que ponernos en camino, como los ciegos del relato, para pedirle a Jesús que nos devuelva la vista de la conciencia, del corazón.








El pueblo de Israel, sometido al imperio de turno sabe que en su tierra fue ciego y fue sordo. Sabe que, de algún modo, él mismo es responsable del mal que ahora padece. Pero el profeta no hace tanto énfasis en el castigo, sino en el anuncio esperanzador de un tiempo nuevo: “los que sufren volverán a alegrarse en el Señor, los pobres gozarán con el Dios Santo de Israel”.

El profeta
vislumbra como cercana la salvación total. Esta salvación está ya presente en el corazón de los que esperan, aunque no aparezca en el orden externo.

Cuando los profetas en medio de la cultura palestina, hablan de vergeles y de bosques, lo hacen desde un contexto en el que, lo normal es la sequedad, el calor, la infertilidad; situaciones, que el pueblo judío por sí mismo no podía solucionar. El Líbano convertido en un vergel, y el vergel en un bosque, expresa la presencia de Dios, el Día del Señor. Y esto se completa con la imagen de lossordos que oyen, los ciegos que ven, los oprimidos que se alegran y los pobres que se gozan en el Dios de Israel.

Cuando triunfe el Mesías, cuando llegue su Reino y todo sea transformado y el mundo redimido, no podrá existir el mal en ningún sentido. Tanto el mal cósmico como el humano habrán desaparecido. Todos escucharán y todos verán, porque todos vivirán pendientes de la palabra de Yahvé y de su voluntad salvadora.








La enfermedad quebranta, por eso los milagros de curación física tienen una fuerza particular: no sólo se trata del bien de la salud sino que devuelven la “firmeza” al decaído y derrumbado. El Dios que se muestra capaz de vencer la enfermedad, es el Dios que se revela capaz de devolver vigor y firmeza a la obra que Él mismo ha creado.

Dos ciegos siguen a Jesús pidiéndole que los cure. La petición de estos dos hombres incluye unaconfesión de fe; al llamar a Jesús “hijo de David”, lo reconocen como el descendiente de David que tenía que venir, portador del cumplimiento de las promesas mesiánicas.

El evangelista, muestra que Jesús no los curó inmediatamente, que esperó llegar a la casa a la que se dirigía, y que además los interrogó sobre su fe. La fe y no sólo el simple contacto de la mano de Jesús es lo que cura a los ciegos. La fe, que es confianza incondicional de que el bien vence al mal, que Dios es más grande que cualquier mal o enfermedad.

Todo esto quiere decir que se hacen realidad las palabras de Isaías escuchadas por boca del profeta.La transformación anunciada toma cuerpo por el Mesías que da la vista a los ciegos. La vida marcada por el pecado propio o el de los otros, lleva a una visión distorsionada de nosotros mismos, de los otros y de la realidad y cuando no, una ceguera. La Buena Noticia, abre los ojos para ver la ceguera en la que estamos, y la necesidad que tenemos de ser curados y salvados.

Hace falta reconocerse necesitado, abrir el corazón, para ver cómo la pobreza es capacidad para ser enriquecidos, la ceguera
posibilidad de una nueva luz. Jesucristo abre los ojos a los ciegos. Es el final de la esclavitud y el comienzo de la liberación. Jesucristo devuelve a cada hombre la dignidad. Basta que un hombre lo acepte y alce la cabeza, para que lo que esclaviza, quede derrotado perdiendo su fuerza para degradarlo.

Jesucristo explica y entrega al mundo en cada curación, en cada milagro, que Él hace nuevas todas las cosas. Basta un pequeño gesto de amor, para que el egoísmo y la maldad sean vencidos.

Igual que los ciegos, que rápidamente divulgan la noticia por toda la comarca, el seguidor de Jesús, tocado por la misericordia y el amor del Señor, no puede callar la proclamación de las maravillas que realiza Dios entre sus hijos. Este tiempo de adviento puede ser una gran oportunidad para nosotros como personas, y como comunidades, para examinar si nuestro camino de fe sigue estos pasos.






PARA DISCERNIR



¿Dónde están puestas mis esperanzas?

¿Pido a Dios desde mi pobreza?

¿Encuentro en Jesús el cumplimiento de mis anhelos más profundos?






REPITAMOS Y VIVAMOS HOY LA PALABRA







…«Oigo en mi corazón: ‘Busca mi rostro…’ No me escondas tu rostro…


(Sl 26,8)




PARA LA LECTURA ESPIRITUAL





..”Habla, corazón mío; ábrete todo entero y dirígete a Dios: «Busco tu rostro; sí, Señor es tu rostro que busco» (Sl 26,8). Y tú, Señor, mi Dios, enseña a mi corazón cómo y dónde he de buscarte; cómo y dónde he de encontrarte, Señor. Señor, si tú no estás aquí, si estás ausente ¿dónde buscarte? Y si es que estás presente en todas partes ¿por qué yo no puedo verte? Ciertamente, tú habitas en una luz inaccesible. . Pero ¿dónde está esta luz inaccesible? ¿Quién me conducirá hasta ella y me introducirá en ella para que yo pueda verte? Y luego, ¿bajo qué signos, bajo qué figura podré descubrirte? No te he visto jamás, Señor Dios mío, y no conozco tu rostro. Altísimo Señor, ¿qué puedo hacer, qué hará este desterrado lejos de ti? ¿Qué puede hacer tu siervo, ansioso de tu amor y alejado de tu rostro? Aspira a contemplarte y tu rostro se le oculta enteramente. Desea reunirse contigo, pero tu mansión es inaccesible. Ansía encontrarte, pero no sabe dónde habitas. Emprende tu búsqueda, pero desconoce tu rostro.


Señor, tú eres mi Dios, tú mi Maestro, y sin embargo yo no te he visto. Tú me has creado y me has redimido, tú me has dado todos mis bienes, y sin embargo no te conozco aún. Me has hecho con la única finalidad de que te vea, y sin embargo yo no he realizado aún mi destino. Miserable condición la del hombre que ha perdido aquello para lo que fue creado… Te encontraré al amarte y te amaré mientras te encuentro”…




San Anselmo. Proslogion, 1




PARA REZAR




Ven Señor Jesús




Ven Señor Jesús, luz que viene de lo alto


y no permitas que las tinieblas tomen nuestro corazón.


Ven Señor Jesús, luz que no se apaga


y abre con la gracia de tu Espíritu nuestros ojos.


Ven Señor Jesús, luz venida a nuestro mundo


y sana nuestras cegueras y oscuridades.


Ven Señor Jesús, luz resplandeciente


y renueva nuestra mirada para tener tus mismos ojos


y reconocer la obra de Dios.










8 DE DICIEMBRE






Inmaculada Concepción de la Virgen María (S)




« ¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.»






PRIMERA LECTURA




Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20




Después que Adán comió del árbol, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo:


« ¿Dónde estás?»


«Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí.»


El replicó: « ¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?»


El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él.»


El Señor Dios dijo a la mujer: « ¿Cómo hiciste semejante cosa?»


La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí.»


Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón.»


El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.




Palabra de Dios.




SALMO Sal 97, 1. 2-3b. 3c-4 (R.: 1a)




R. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas.




Canten al Señor un canto nuevo,


Porque él hizo maravillas:


Su mano derecha y su santo brazo


Le obtuvieron la victoria. R.




El Señor manifestó su victoria,


reveló su justicia a los ojos de las naciones:


se acordó de su amor y su fidelidad


en favor del pueblo de Israel. R.




Los confines de la tierra han contemplado


el triunfo de nuestro Dios.


Aclame al Señor toda la tierra,


prorrumpan en cantos jubilosos. R.




SEGUNDA LECTURA




Lectura de la carta del apóstol san Pablo


a los cristianos de Efeso 1, 3-6. 11-12




Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en Él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor.


Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido.


En Él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad- a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.




Palabra de Dios.






EVANGELIO




+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38




En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.


El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: « ¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.»


Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.


Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.»


María dijo al Ángel: « ¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?»


El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.»


María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.»


Y el Ángel se alejó.





Palabra del Señor





Para reflexionar





La la Iglesia celebra con gozo y alegría desbordantes la fiesta de la Inmaculada Concepción de María. Esa humilde, sencilla y pequeña aldeana de Nazaret ha sido elegida por Dios para realizar su plan de salvación encarnado en la historia, en la cultura, en la realidad del pueblo.

En María y por medio de ella Dios asume plenamente nuestra condición humana para redimirla. La fe popular y la tradición de la Iglesia han dado un significado mayor a este acontecimiento salvífico.

Es la fe del pueblo la que declara que María ha sido “capacitada” por Dios para no consentir con el pecado. La declaración del dogma (enseñanza) de la Inmaculada Concepción data del 8 de diciembre de 1854, realizada por el Papa Pío IX mediante la bula “Innefabilis Deus”.

Venerar a María como “libre de pecado” es señalar el anticipo del futuro de la humanidad. Los seres humanos estamos llamados, por iniciativa divina, para alcanzar la perfección en la fe (madurez en la fe) como la alcanzó María.

Indudablemente que es la gracia de Dios la que nos prepara para vivir esa experiencia. Pero es sólo el amor el que nos puede transformar en libres de pecado como María.








Hoy celebramos una fiesta que llena de esperanza a toda la humanidad. No es sólo el recuerdo de una mujer, María de Nazaret, que fue concebida sin pecado porque iba a ser la Madre del Mesías, sino que es “el feliz comienzo de la Iglesia”. María aparece como la que vive por adelantado la redención que nos traerá la Pascua de Cristo. En María queremos reconocer la obra salvadora de Dios en su humilde servidora y desde ella en nosotros; y por eso dejarnos contagiar de su fidelidad al Padre.

Es la fiesta de todos los que nos sentimos de alguna manera, representados y unidos a ella. En la joven de Nazaret, se realiza en forma excelsa y superior lo que esperamos que se realice en cada uno de nosotros y en toda la Iglesia. María, Santa e Inmaculada desde su concepción, es modelo y llamada, a esa santidad en la cual todos nosotros fuimos concebidos por Dios en el bautismo, para que Cristo viva en nosotros, y despliegue en nuestra vida toda su fuerza salvadora.






La primera lectura nos presenta al hombre y a la mujer frente a Dios que los descubre y les hacetomar conciencia de esa situación que constantemente los desgarra interiormente: el pecado. El hombre se siente tironeado por dos fuerzas opuestas que se disputan el terreno de su conciencia y libertad. Llevamos en nuestro interior la semilla del egoísmo, de la envidia, de la ambición, de laprepotencia, de la mentira. Pero Dios pone delante de los hombres el anuncio de una humanidad quecomo linaje de mujer, alcanzará finalmente la victoria. De la misma humanidad que sufre el peso del pecado, ha de surgir la salvación. Esta promesa de Dios se cumple cuando un descendiente de mujer, Jesús, vence al pecado en una vida de perfecta santidad y obediencia al Padre.








Pablo en la Carta a los Efesios nos recuerda que Dios nos ha bendecido con toda clase de bendiciones, nos ha elegido y predestinado en Cristo para que fuésemos santos e inmaculados en su presencia, transformándonos así en hijos y herederos. En María se cumple y realiza esta predestinación. María fue mucho más que incontaminada por el pecado; María fue sobre todo “irreprochable en el amor”y vivió positivamente todo lo que el amor significa.

Nosotros fuimos llamados desde siempre a la más total y perfecta vida nueva en santidad: para ser “santos e inmaculados”; irreprochables en el amor.






En el evangelio de la Anunciación la promesa abre paso al cumplimiento. La humanidad por María se transforma en “llena de gracia”, porque “el Señor está con ella”. En el diálogo del ángel con la Virgen, se condensa la historia del diálogo de Dios con la humanidad. Especialmente con la humanidad que está dispuesta a escuchar al Señor y a seguir su camino. Algo tan grande y magnífico esexpresado con sencillez. Un “sí” definitivo y fecundo, inicia una nueva etapa en la historia de la humanidad, en un lugar de donde se cree que nada puede venir: de la periferia, de la pobreza y marginación.

En la humildad de una mujer ignorada, se anuncia la realización de la historia de Salvación en su Hijo, esperanza de la humanidad. Porque el hijo que concibe y engendra María es el santo y el hijo de Dios.Lucas a través de la figura de María nos presenta a Jesús y su misión.

Era necesaria una mujer, que en nombre de toda la humanidad, permitiera que Dios se hiciera hombre y diera cumplimiento a su promesa. María se convierte en el modelo de cómo Dios puede cambiarlo todo: de una humilde virgen hebrea, hace una figura extraordinaria para todos los pueblos.

Ella es la primera creyente del pueblo de Dios, que supo entregarse de lleno al cumplimiento de la voluntad de Dios. Si por Eva, la primera madre, pudo entrar la rebeldía y el egoísmo al mundo, por María, la segunda, nos llega la santidad en la obediencia filial y en el amor.

La fiesta de hoy nos anuncia que del linaje de la mujer, saldrá quién aplastará la cabeza de la serpiente, y que también nosotros unidos a Cristo estamos llamados a aplastar esa cabeza del pecado, tal como lo hizo María concibiendo a Cristo en nuestra vida por la fe. Si el hombre viejo se dejó seducir por la serpiente, la nueva humanidad debe dejarse impulsar por el mismo Espíritu, que engendró a Jesús en el seno fiel de María; el mismo que es derramado en nuestros corazones si nos abrimos a la Palabra.

Hoy contemplamos a quién, vaciándose totalmente de sí misma y de todo rastro de egoísmo, se deja llenar de la gracia de Dios, que es el mismo Cristo Jesús, el que da sentido a su vida. María es la llena de gracia, no solamente porque llevó a Jesús en su seno, sino porque lo abrazó por la fe haciéndose discípula de su palabra,
lo siguió por el camino de la cruz, y esperó con confianza plena el cumplimiento total de la promesa.

María es comienzo e imagen de la Iglesia, esposa de Cristo figura de la Iglesia. De la misma manera que María fue elegida y preparada para ser una madre digna del Hijo de Dios, la Iglesia ha sido destinada a ser la madre que engendra por el bautismo nuevos hijos de Dios.

Nuestro camino y compromiso como creyentes es dejar que la Palabra viva y eficaz de Dios se encarne en nosotros, y a través nuestro, en los lugares, ambientes y estructuras de la sociedad “no como un barniz superficial” sino “transformando los valores determinantes, las líneas de pensamiento, los criterios de juicio”. La Iglesia encarnada por la palabra, con la fuerza del Espíritu, debe encarnarse más y mejor en el pueblo. Así se recibe el anuncio y se anuncia el Evangelio.




PARA DISCERNIR




¿Experimento la maternal compañía de la Virgen María?


¿Descubro en Ella un llamado y un estímulo para mi camino de santidad?


¿Siento la invitación del Señor a dejar que su palabra se encarne en mi vida y en el mundo?




REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DIA




…Dios te salve María… Llena eres de gracia !!!




PARA LA LECTURA ESPIRITUAL




“No temas María”




…”Oíste, Virgen, que concebirás y darás a luz a un hijo; oíste que no será por obra de varón, sino por obra del Espíritu Santo. Mira que el ángel aguarda tu respuesta, porque ya es tiempo que se vuelva al Señor que lo envió. También nosotros, los condenados infelizmente a muerte por la divina sentencia, esperamos, Señora, esta palabra de misericordia. Se pone entre tus manos el precio de nuestra salvación; en seguida seremos librados si consientes. Por la Palabra eterna de Dios fuimos todos creados, y a pesar de eso morimos; mas por tu breve respuesta seremos ahora restablecidos para ser llamados de
nuevo a la vida…


¿Por qué tardas? Virgen María, da tu respuesta. Responde presto al ángel, o, por mejor decir, al Señor por medio del ángel; responde una palabra y recibe al que es la Palabra; pronuncia tu palabra y concibe la divina; emite una palabra fugaz y acoge en tu seno a la Palabra eterna. Cree, di que sí y recibe. Que tu humildad se revista de audacia, y tu modestia de confianza. De ningún modo conviene que tu sencillez virginal se olvide aquí de la prudencia. En este asunto no temas, Virgen prudente, la presunción; porque, aunque es buena la modestia en el silencio, más necesaria es ahora la piedad en las palabras.


Abre, Virgen dichosa, el corazón a la fe, los labios al consentimiento, las castas entrañas al Criador. Mira que el deseado de todas las gentes está llamando a tu puerta. Si te demoras en abrirle, pasará adelante, y después volverás con dolor a buscar al amado de tu alma. Levántate, corre, abre. Levántate por la fe, corre por la devoción, abre por el consentimiento.


“Aquí está –dice la Virgen- la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” (Lc 1,38)…




San Bernardo (1091-1153) monje cisterciense, doctor de la Iglesia – Homilía 4, 8-9: Opera omnia, edición cisterciense, 4 (1966)






PARA REZAR




María, Madre de Jesús y Madre nuestra,


da firmeza a nuestro corazón


para podamos comprender la esperanza


de gloria a la que fuimos llamados.


María, Madre de Jesús y madre nuestra,


pacifica nuestros corazones


para que podamos abandonarnos al poder del Altísimo.


María, Madre de Jesús y madre nuestra,


enséñanos el camino de la caridad sincera


que se nutre del amor del Padre


y florece en la vida de los hombres, nuestros hermanos.


María, Madre de Jesús y madre nuestra,


ahonda la contemplación de la belleza de tu vida


para que no nos resistamos a transformar


desde la pureza del amor verdadero


la vida del mundo que nos confiaste.









No hay comentarios: