SER FRAGANCIA DE CRISTO EN EL MUNDO


"FRAGANCIAS DE CRISTO"

SER FRAGANCIAS DE CRISTO ES ESPARCIR SU FRAGANCIAS DONDE ESTÉS
EN EL LUGAR QUE TE ENCUENTRES CASA,TRABAJO, IGLESIA ,COLEGIO ,EN FACE,
EN TU RED SOCIAL FAVORITA DANDO
TESTIMONIO DE SU PRESENCIA EN TI
¿QUIERES SER TU FRAGANCIAS DE CRISTO?

A TODOS LOS QUE NOS DEJAN ENTRAR EN SU CORAZON
MUCHA PAZ Y AMOR .GRACIAS A LOS AMIGOS POR ESTAR SIEMPRE AHI DISPUESTOS A DAR,
QUE LA PAZ Y EL AMOR DE JESUS NOS SIGA HERMANANDO Y DERRAMANDO BENDICIONES A TODOS







Esperamos ser de Bendicion a tu vida, asi como tu lo seas a nuestras vidas. Te deseamos Un Lindo Dia


sagrado corazon de jesus

jueves, 29 de marzo de 2012

Instrumento eficaz para la santidad


Instrumento eficaz para la santidad 

FUENTE: : CATHOLIC.NET
Autor: Germán Sánchez Griese / Juan García Noriega 


Muchos católicos predican con inseguridad, incredulidad o incomodidad el asunto de la abstinencia de la carne de res, porque su razón no confirma tal práctica. Señalan que la simple abstinencia de la carne es un símbolo de la abstinencia de otros pecados. La escritura condena el sacrificio vacío, "no quisiste sacrificio ni oblación" y "ayuno de pecar es lo que quiero".

En este punto es necesario recalcar la importancia de la mortificación, no solo como una forma de obediencia y caridad, sino como un instrumento eficaz para la santidad. La mortificación del cuerpo dentro de la obediencia, es necesaria y eficaz para purificar el espíritu de los apetitos de la carne.

Lo que Dios le pide a sus fieles por medio de la Iglesia es muy pequeño, porque Dios ha visto prudente no mortificar al feligrés con privaciones mayores. La Iglesia nos pide ayunar dos veces al año y no existe una regla fija para este ayuno, algunos se privan de una comida, otros de dos, otros comen frugalmente. En resumen es muy poco.

Algunos dicen que el privarse de la carne es una costumbre de un pueblo pesquero, sin sentido hoy. En realidad, la abstinencia de carne, aunque no es en sí un gran ayuno, es un gran desbalance en la vida familiar. Aunque una familia coma un delicioso y costoso pescado, el hecho es que se encontró en la necesidad de modificar su rutina, y sus costumbres por obediencia a la Iglesia, lo cual es en si una mortificación que es buena para el alma.

La cuaresma es un espacio para la conversión, por otro lado debemos de ayunar de pecar en cualquier momento del año. El alma dejaría de pecar, si pudiera, en cualquier mes, pero no puede y en cuaresma viene el pequeño ejercicio del ayuno y abstinencia para reforzar estos esfuerzos.

No debe minimizarse el ayuno y la abstinencia cuaresmal siendo ya bastante mínimas, porque parezcan irracionales, o porque sean meros símbolos o un tipo de masoquismo. Cierto que los santos reprueban los excesos en las prácticas ascéticas, pero aquí estamos muy lejos del exceso, sino en el borde de abolir estas pequeñas mortificaciones y mandatos.

La Iglesia no busca un masoquismo, haciendo que nos sacrifiquemos por el mismo gusto del sacrificio. Quiere que en el sacrificio demostremos nuestro amor a Dios sin hacernos daño a nosotros mismos. Por ello establece, por ejemplo que la abstención de comer carne comience desde los 14 años, pues considera que antes de esa edad, el consumo de ese alimento es necesario para un adecuado desarrollo.

De igual forma, para las personas que son alérgicas al pescado, abre la posibilidad de que puedan ofrecer otro sacrificio los viernes, sustituyendo el pescado por otro alimento o mediante la práctica de obras de caridad o prácticas de piedad. La Conferencia Episcopal de su país podrá orientarlo adecuadamente sobre la sustitución del pescado. Es muy probable que su párroco o los catequistas de su parroquia posean esta información y la quieran compartir con usted.

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